En nuestro comedor en Camino de Colores, cada comida es una oportunidad para nutrir el cuerpo, la mente y el espíritu de nuestros pequeños exploradores. Nos esforzamos por crear un ambiente acogedor y familiar donde los niños puedan disfrutar de una experiencia culinaria que va más allá de simplemente alimentarse.

Cada comida se sirve de manera familiar, con platos coloridos y nutritivos que reflejan una variedad de sabores y culturas. Nos esforzamos por ofrecer opciones saludables y equilibradas que satisfagan las necesidades dietéticas de todos nuestros estudiantes, al tiempo que promovemos la exploración y la experimentación con nuevos alimentos.

Además de alimentar sus cuerpos, valoramos el tiempo de comida como una oportunidad para fomentar la conversación, el compañerismo y la conexión entre los niños. Animamos a los niños a compartir sus experiencias del día, expresar sus ideas y escuchar las historias de sus compañeros, creando un ambiente de apoyo y comunidad en torno a la mesa.

Nuestros educadores están presentes durante las comidas para proporcionar orientación y apoyo, ayudando a los niños a desarrollar habilidades como el uso de cubiertos, la etiqueta en la mesa y la independencia en la selección y consumo de alimentos.